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El año de la salvación Por Jose Manuel Parra El pasado 15 de mayo cerraba el Lucena C.F. contra el Betis B una temporada en la que el equipo lucentino ha conseguido mantener la categoría a pesar de los múltiples problemas económicos y deportivos con los que ha contado a lo largo del año. La plantilla, que ha estado implicada en todo momento, ha sido sin duda una de las claves para conseguir un décimo puesto que nadie esperaba cuando el conjunto celeste iniciara su campaña allá por principios de Septiembre. Si bien se habían superado los objetivos en el ámbito deportivo al clasificarse para la Copa del Rey, el Lucena C.F. se encontraba, una vez finalizada la temporada 2009/2010, con un fuerte déficit económico que se elevaba como algo imposible de esquivar. La mala situación de las arcas lucentinas y la falta de pago por parte del presidente de entonces, Francisco Ramírez Aceituno, dio lugar a que el club entrara en concurso de acreedores, que junto con las denuncias de los jugadores a la AFE, suponían el descenso administrativo del equipo a Tercera División. La creación de la plataforma “Salvemos al Lucena C.F.” por parte de los seguidores celestes lograba, tras un duro verano, llegar a un acuerdo con todos los jugadores y evitar el descenso del conjunto celeste. Sin embargo, el coste era caro: a 16 de julio, apenas había ni proyecto ni jugadores. Con todo, el Lucena salió a competir, de la mano de Falete y de antiguos conocidos como Pineda, los hermanos Lanza, etc. Todo en apenas un mes, sin apenas tener tiempo para conocerse. El objetivo era claro: conseguir la salvación.
Aún así, los celestes asombraron a todos desde un primer momento y si bien se creía que iba a costar sudor y sangre mantener la categoría, nada más lejos de la realidad. El resultado fue un equipo competitivo, muy fuerte generalmente en defensa y muy serio en casa, su mayor baza durante toda la temporada. Los lucentinos no perdonaron contra sus rivales directos, si bien desplegaron un juego lleno de altibajos durante toda la campaña: era capaz de realizar grandes partidos, como el desplegado contra el Cádiz en casa, aunque también podía mostrar su peor versión, como el encuentro disputado en la Nueva Condomina.
A pesar de este juego tan inestable, los resultados dieron la razón a Falete desde el primer momento. Tras una buena racha al comienzo de la temporada, los lucentinos, cayeron hasta la undécima plaza tras vérselas con rivales fuertes como el Écija o el Melilla. No obstante, los celestes se recuperaron para después caer en la que fue la peor racha de resultados de los nuestros Los últimos partidos de la primera vuelta estarían marcados por un fuerte periodo de inestabilidad en los que se perdió por goleada contra el Murcia (6-0) aunque se ganó a un clásico como el Cádiz (3-1) o se goleó en casa al C.D. Alcalá, partido que Pineda aprovechó para lucirse marcando cuatro goles, entre otros resultados. Al final, el equipo celeste acabó en mitad de la tabla, a nueve puntos de los puestos de descenso, ventaja que daba aire a los nuestros.
La segunda vuelta se desarrollaría con un margen de nueve puntos sobre el descenso, el cual daba tranquilidad al conjunto lucentino. En la jornada vigésimo primera, el Lucena por fin estrenaba estadio después de más de un año de idas y venidas con la empresa constructora, en un encuentro contra el Ceuta que colocaba a los celestes séptimos, a cuatro puntos de los puestos de ascenso tras ganar por la mínima al equipo del norte de África. Por primera vez, los nuestros empezaban a plantearse objetivos mayores, pues el descenso quedaba ya a doce puntos. Con todo, una nueva racha negativa le hacía caer a la undécima plaza de nuevo, si bien la distancia a los puestos de descenso aún era amplia. Los lucentinos siguieron sumando en partidos contra rivales directos como el Caravaca o el Jumilla, lo que le ayudaba a tener cada vez más cerca el objetivo de la salvación. De hecho, ya en la jornada 28, con 16 puntos sobre el Alcalá, equipo que encabezaba por entonces los puestos de descenso, el Lucena empezaba a aspirar a cosas mayores, pues con la salvación virtual en el bolsillo, los puestos de Copa se encontraban a tan solo 3 puntos por entonces.
Sin embargo, el ansiado objetivo de volver a disputar la competición de la Copa del Rey al final se vio truncado debido a la poca cantidad de puntos sumados tanto contra equipos de arriba que luchaban por hacerse un sitio entre los cuatro primeros, tanto por los de abajo, en su intento de evitar perder la categoría.
Zambrano abandonó a nuestro equipo en el mercado invernal.
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